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Cine club El Mirón

YOUNG REBEL SOULS / LA RADIO PIRATA

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Película británica del director Isaac Julien, estrenada en Inglaterra en agosto de 1991, hace parte de aquel cine que damos en llamar cine rosa, explora temáticas muy vigentes en el acontecer actual de nuestro país: la autodeterminación desde la orientación sexual, el empoderamiento en el ámbito político y legal, la autogestión en el mundo económico y social, la creación que se rebela como proceso autocrítico y contestatario. El film se sitúa en el año 1977, empieza con un hecho trágico que se vale de elementos propios del thriller: la muerte de TJ  mientras mantenía un encuentro sexual en una zona de "cruising" gay, suscita un proceso de investigación policial que apunta a uno de los protagonistas, Chris, quien junto con Caz, en su emisora pirata, intentan reivindicar el soul y el funk en un escenario donde domina el punk y el rock. La trama de la película se desarrolla en un Londres convulsionado y atravesado por problemáticas que cuestionan el funcionamiento del sistema, desde las esferas más complejas hasta las relaciones cotidianas entre vecinos, familias y amigos.

Reseña: Nina Riveros.

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CINE CLUB EL MIRÓN - SALA ASOCIADA DE LA CINEMATECA DISTRITAL - OCTUBRE 7 2016.

El cine club ha empezado a tener mayor continuidad en el espacio de la clínica infantil, y con dos proyecciones en este mes, hemos logrado proyectar para  los pacientes de oncología y en general  a los niños  hospitalizados en el quinto piso.        

Es un espacio  de gran aceptación por parte del público y un momento de encuentro entre las personas que habitan el piso de hospitalización, es también tiempo de compartir los mensajes que se emiten desde el material propio del cine club Medicine. 

Queremos resaltar de estas sesiones en los hospitales, que debido a las condiciones de salud de algunos pacientes, su visión es baja o nula por lo que sus acompañantes y en ocasiones los demás asistentes al cine club, narran y describen lo que acontece en la pantalla, para que ellos y ellas puedan observar en sus mentes las historias compartidas.


Películas:

LA VÍA LÁCTEA, 


Cortometraje de Andrés Guevara que cuenta la historia de la increíble solución que encuentra un niño campesino para salvar el cultivo de su familia durante una sequía.



De igual forma y aprovechando el tiempo de una hora que actualmente es el espacio previsto para esta proyección, proyectamos los cortometrajes "la abuela grillo" y "la princesa Malaika".



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El cine club el Mirón En la Casa









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 Sábado de Cine
Programación junio 27 de 2015 
Practica con el grupo de formación a cineclubes
cinemateca rodante - Actividad para niños, niñas,jóvenes  y adultos, en dos proyecciones simultaneas.


Gracias al apoyo de la cinemateca distrital y el grupo de formación a cineclubes, de la estrategia cinemateca rodante en su cuarta versión, se realizará la practica de proyección con dos cortometrajes: MALAIKA y MI ABUELA, acompañada del taller de inventos del cine para niños y niñas. De igual forma en compañía del cine club el mirón y la biblioteca colsubsidio ciudadela, proyectaremos simultáneamente la película: Las cosas como son, de la muestra de cine latinoamericano CICLA 2015.
Una iniciativa que con apoyo de distintos actores lleva a la comunidad de Engativa y en general a la ciudadanía,una propuesta para el encuentro, el conocimiento y la experiencia del dialogo.
Gracias al cine y a la gente.
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El año de la peste.
Reflexiones del foro

Más allá de lo físico, la peste pasó hacer un tema de valores, de ignorancia, de carencia de calidad en la educación. Del bombardeo de información y lo poco precavidos que somos, e igual de indiferentes, porque no somos desmemoriados, sino carentes de compromiso social.

 También debido al despropósito de los hegemónicos gobernantes.La peste es también el hombre que presiona a la naturaleza, y también el hambre, la guerra y la pasividad de los escuchas, televidentes y todo aquel absorto en la indiferencia. La peste es la ausencia de educación financiera, 
que le permite al banquero usarnos a su antojo.




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Propuestas del cine club hacia la acción. Cada participante se compromete 

a difundir la programación, pegando los afiches en sus barrios.

Continuar con los foros.

El año de la peste, nos mostró otro tiempo, nos permitió conversar, reflexionar y en fin vivir y sembrar un poco más el encuentro del cine club.

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Programación cine club el mirón en mayo
Tres películas nos acompañaran en esta ocasión.
Nos vemos en el cine club.










Vive el cine club el mirón en abril.



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*Vive el Cine club El Mirón 
 Engativá - Marzo 2015*

En estas proyecciones destacamos el valor de la juventud, de la amistad, de la revolución y el amor por la vida. 




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El laberinto del Fauno: Reflexiones del público.
El machismo marcado ha ido desapareciendo o mejor se ha ido superando, pues las mujeres han resistido con la imaginación y la defensa de los sueños, del amor y la fantasía.
Nunca hay que dejar de creer pese a la guerra.
Y aunque los gobernantes quieran marcar la educación, es la gente la que debe ir más allá e investigar por su cuenta, para hallar liberación.
Aun la muerte de inocentes, que en esta patria abunda, debe mantenernos alertas ante el autoritarismo y denunciar la guerra y la crueldad y promover la libertad real desde la cultura y la educación incluyente de calidad, tomando como referente a las universidades.
En un tiempo vivían en armonía los hombres y los bosques y se protegían los unos a los otros.
Es momento de recobrar ese tiempo, obedecer a la ética y defender la vida.
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NACER: Llegar a esta vida inocente de todo peligro. Recibir el viento frio de un hospital desvencijado. Saludar a mamá con mi lenguaje de llanto. Desprenderme de mi refugio.
Nacer es un documental que impactó en las mujeres asistentes y que se vieron reflejadas en algunas historias contadas en la pantalla.
Madres que desde antes de dar a luz ya estaban solas en esta labor, pues la violencia cobra la vida de los hombres.
Madres que dan la vida por primera vez y reciben una asistencia precaria por parte del personal médico, que en los hospitales más precarios, reciben la vida como un acto mecánico lejos del milagro que significa.
Nacer y empezar a morir a la inocencia pues la realidad para los afiliados al sistema básico de salud es cruel.
Nacer como resistencia y luchar para dar valor a la vida.


*Vive el Cine club El Mirón 
 Engativá - febrero 2015*




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Una gran carrera es vivir y abrir espacios para que la gente viva el cine. Una carrera de resistencia, de afianzar los valores, para que la justicia sea la premisa con la que hacemos camino.
Esta vez desde la orilla de la infancia, vemos el reflejo en la pantalla, de la humanidad valerosa, orgullosa de la familia y cumplidora de sus promesas, sobre todo de aquella que implica el bien del otro. Gracias a los niños del cielo y al cine club.



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Estas son algunas reflexiones que han dado los participantes del Cine club. La Familia es lo mas importante.





VIVE EL CINE CLUB * ENERO 2015 *


 Dos lados opuestos de la vida.
El ocaso y el incierto despertar. El cine, el espejo maravilloso para encontrar en historias de otros seres, nuestros posibles caminos. Recordar el valor de vivir y vivir por el placer de estar juntos. 


El extra en "La vida hecha cine".


 Aquellos a los que la cámara no registra con importancia aparente. Los que hacen de pueblo, cualquiera que sea. Los que sonríen a veces sin ganas de reír y lloran porque la escena realmente los conmueve. Los que carecen de fama pero no de amor por su trabajo.  Los que animan la carrera de otros sin interés mayor que alentar la vida y las ganas de cumplir los sueños.
Cantinflas. Mario Moreno. El actor que dice verdades entre risas y ocurrencias, se presentó con gran éxito en la biblioteca comunitaria Rafael Pombo. Nos regaló un domingo de resurrección diferente; en nuestra pequeña cofradía sonreíamos y luego reíamos a carcajadas. Cerró el primer ciclo de la vida hecha cine y aterrizó en nosotros la idea del buen ánimo, del buen humor, a pesar de la escacez cualquiera que sea.
Este extra puede dirigir mejor que un graduado de cine.
Puede ser amigo de todos y todas en el estudio de filmación y fuera de él.
Es sensitivo y se da al público porque sabe que de él se espera lo mejor.
Esta vida hecha cine, es un reflejo del largo caminar de todos los seres.
Esperamos vernos en la pantalla, en la biblioteca comunitaria, en el parque y hasta en los recuerdos permanentes que dejan estos momentos de proyección a  tu lado. Cine y vida.



Reflexiones sobre Amelie
por: Juan Sebastian Gaona Padilla

Para Amelie el amor llegó repentinamente, en un juego del destino que se esconde detrás 

de los muros pero que sigiloso arma toda la trama llena de mariposas en el estómago, días 

grises llenos de luz y sonrisas por todo aquello que despiertan los más mínimos detalles de la 

vida. Siendo ella una persona entregada, constantemente, a los placeres y pensamientos más 

curiosos –como aquellos que nosotros tenemos cuando nos alegramos al ver picihirilos rojos, 

amarillos o de cualquier color y sin pensarlo dos veces estrellamos con fuerza, aunque con 

cariño, nuestro puño en la parte más blanda del brazo de ese alguien a quien consideramos 

un amigo-, se va construyendo en su vida una película, o mejor, su vida es una película que 

el cine nos ha regalado para entender nuestra realidad desde la importancia de las cosas que 

consideramos mínimas como una sonrisa, una nota con palabras de amor o el juego simple de 

encontrar formas en las nubes. Para Amelie esta es su cotidianidad, que le ayuda a escapar de 

los tensionantes y rutinarios momentos del trabajo, de las relaciones y los conflictos humanos. 

Ese, sin transformarlo ni un centímetro, también es el pensar de los niños, capaces de inventar 

mundos sin tener en cuenta la opinión de otros, metidos en increíbles historias, valorando de 

manera natural la lluvia, el sol, las caídas, el encuentro con el miedo, los animales, etc.; diciendo 

todo como es, como lo sienten; seres libres que crean. 

Y de tanto en tanto, de piedra en piedra arrojada al agua para hacer sapitos, Amelie, tal vez sin 

proponérselo, fue yendo en dirección al amor. Su historia nos lleva a pensar necesariamente 

en el hecho contradictorio formado por el destino y por hacer que las cosas pasen. Tal vez si 

Amelie no hubiera encontrado ese cofre detrás de un azulejo mal acomodado en el piso de su 

baño, el cual contenía las cosas más importantes que un niño puede guardar a los seis o siete 

años, si no se hubiera sentido importante al ayudar a ese niño, ya convertido cincuenta años 

después en un señor de aspecto triste, a sonreír con sus recuerdos, tal vez así Amelie seguiría 

pendiente de su soledad, atrapada en su cuarto y en su trabajo. Menos mal el destino la llevó a la 

acción, entonces así, no hay paradoja; la vida nos mueve por un camino que no conocemos, pero 

nos deja siempre la posibilidad de construirlo a nuestra manera. Viajó Amelie hacia un amado 

que no conocía, que conoció por casualidad en la estación de un tren y allí se sintió enamorada; 

hizo todo lo posible por acercarse, por evitar el encuentro convencional con ese al que pensamos 

tanto, lo conoció de lejos, sin decirle nada… Hasta que él también actuó; en un momento en que 

para Amelie el amor se mostraba confuso y doloroso.

Después de haber ayudado tanto a otros, de escucharlos, o incluso de “regalarles” lecciones a 

aquellos antipáticos que se esfuerzan por sobreponerse a otros, Amelie esperaba que la vida 

fuera justa, siendo ella ahora a quien debía ayudársele. En ese momento suena la música de 

Yann Tiersen y la biblioteca Rafael Pombo, se torna para mí en el escenario de cine más grande 

del mundo, acogido por los latidos de otros asistentes: Amelie abre la puerta y se encuentra de 

frente con él, lo hace seguir de inmediato, casi desesperadamente, y empieza de esa forma uno 

de los diálogos más impactantes del cine: ella lo besa tres veces, en su mejilla, en su frente y 

en su boca; él hace lo mismo, con delicadeza, con pasión, y después todo se une, se amalgama. 

Amelie está feliz. 

La película acaba. ¿Qué habrán pensado los niños que la vieron? 

-La película no es acorde al público infantil- expresa una voz que nos confronta.

-Amelie trata sobre el amor y la importancia de la vida en los pequeños detalles- dice otra.

Hoy pienso, que si la hubiera visto cuando niño simplemente hubiera dicho: “La película trata 

sobre cómo vivir bien”.



CUESTIÓN DE FE
LATIN CINE
CINE CLUB EL MIRÓN

REFLEXIÓN

Convocar a la comunidad a participar del cine club, es “cuestión de fe”, de resistencia y cariño por las historias, en esta caso, una historia boliviana, que nos permitió sentir el vinculo que tenemos todos en esta tierra.

Nos reflejamos en la fe de los mayores, que tienen devoción absoluta a la virgen maría, y asumen su rol de pecadores mortales, sin perder el vigor de la buena gente.

Gente que se ayuda, admite sus debilidades y encuentra fortalezas uniéndose a otras gentes que se cruzan en el camino como ciclo inagotable del destino.

Con público familiar, vivimos en el mirón esta historia entre montañas bolivianas; nos enamoramos de su música y nos reconocimos pueblo en todos sus escenarios.

Nos quedó faltando el final, pues la imagen se distorsionó, y apenas resistiendo con la imaginación, sujetos a la historia, vimos entre imágenes recortadas, como la amistad surge y vence, para darnos otra oportunidad de confiar en la gente.
En nosotros.

Con la Cicla al hombro
    














Fueron tres sábados seguidos en los que con esfuerzo le dimos pedal a la cicla que en su canastilla, o tal vez en los “patos”, traía películas latinoamericanas, con el fin único de poder conocer historias de otras partes de nuestra tan amada tierra del sur. Para poder dar el primer arranque fue necesario encontrarnos en una esquina de Bogotá con la Cinemateca Distrital para que en un trabajo unido pudiéramos llevar Cine, no del de Hollywood, ni el de Caracol o RCN los domingos por la tarde, sino Cine hecho para reconocernos como actores de la vida cotidiana, y para encontrar historias que nos permitieran reír, llorar o hasta escondernos de nosotros mismos por ser tanta la fidelidad de los hechos con nuestra realidad. Después, conseguir el espacio para proyectar, o pedir que nos presten la luz, las sillas, poner los afiches de convocatoria, hacer un pacto con la naturaleza para que no lloviera y poder darle “Comenzar” a la cinta. Realmente, anduvimos con la CICLA al hombro.

La primera y la segunda cita con el cine latinoamericano la teníamos con Brasil, que con películas como MUTUM y LINHA DE PASSE, nos abrió sus puertas para poder, entre gambetas, goles, búsquedas, conflictos, sueños, amores, tristezas, alegrías y esperanzas, interactuar con sus luchas, sus costumbres, su día a día. Para la proyección de MUTUM, asistió un público especializado en la vida infantil, eran por supuesto niños y niñas que entre risas y algunas pocas distracciones, encontraron que en la región de Minas Gerais, en Brasil, existen y viven personas como ellos, que aun en medio de la pobreza, la falta de educación y los problemas y conflictos familiares, se puede ser feliz jugando al futbol, creando historias, cuidando los animales, armando castillos de polvo y barro. Esta película nos cuestionó a los que la vimos en la “tela gigante” amarrada junto a la malla de la cancha de microfútbol del barrio Cataluña, por aquellas formas de vida difíciles que los más pequeños afrontan, algunas veces con mayor madurez que los adultos, quienes no entienden que el estar unidos, apoyarse e intentar hacerse felices, como familia, amigos, vecinos, o como ciudad, como nación, es muy importante para hallar soluciones a los hechos que transgreden  nuestra vida. Al final, siguiendo con la alegría de Thiago, el protagonista, al ponerse sus gafas nuevas, nos hicimos unas propias con nuestras manos, y pudimos ver en la persona de al lado, de al frente o de atrás a un ser humano, y también nos dimos cuenta de lo importante del espacio que habitamos, de nuestro barrio, nuestra casa, los árboles, los perros, los gatos, los pájaros.

Con LINHA DE PASSE nos esperaba una función llena de emociones y distintas historias que de un mismo punto de partida emergían, y a un mismo punto de llegada, desde diversas direcciones, concluían andando. Las esperanzas por ser jugador de futbol profesional, las ansias de poder encontrar la esencia de la vida en la religión y la espiritualidad, el afán de conseguir empleo y de tener dinero para sobrevivir, y la ilusión de conocer a ese alguien que sabemos que es nuestro padre pero que no sabe que somos sus hijos, son los caminos por los que transitan cuatro hermanos, caminos llenos de obstáculos, retrocesos y avances esforzados, para al final, poder andar. Esta película, que no está por más decirlo, cautivo a los asistentes a pesar del frio y el ventarrón nocturno, nos presentó una parte de la forma de vida de la ciudad brasileña de Sao Paulo, en la que entre el amor por el equipo de la ciudad, Corinthians, el trabajo arduo de las personas pobres que viven en las favelas, el afán de la vida cotidiana en medio de miles de metros de cemento y polvo, se vive, se tiene una ilusión cada mañana para lograr lo que se quiere. Trasladándolo a la vida real, en algunas ocasiones podemos lograrlo, en otras nos damos cuenta de que vamos por vías que al final no conducen a nada, a calles sin salida. Sin embargo, todos y todas, lo único que hacemos, todo el tiempo es andar, y así concluye la película, con una sola palabra repetida varias veces: anda, anda, anda.

La tercera y última cita la teníamos con Bolivia, que nos presentaba la película ZONA SUR. Dicha película nos mostró, con muchos giros de cámara, el diario vivir de una familia acomodada de la ciudad boliviana de La Paz. Entre la agitada vida de los miembros de una familia, que viven todos por separado aunque intenten aparentar lo contrario, un niño de seis años que convive con su amigo imaginario “Spielberg” y que se la pasa rondando por los techos de la casa y por su casa en el árbol, se interesa por unirse a las raíces propias de su país, que son los indígenas aimaras. Estos, por el crecimiento de las ciudades y por el cambio de las maneras de vida, han tenido que trabajar ya no es sus tierras, porque se las han quitado, sino en las casas de las personas adineradas como empleados domésticos. Sin embargo, al contrario del olvido de los orígenes del pueblo boliviano en las ciudades, estos indígenas por más que trabajen para otros, llevan consigo siempre el pensarse como comunidades, el estar pendiente de otros, de la tierra, del mundo. La película cuestiona las formas de vida rápidas que los jóvenes construyen, el desinterés por las situaciones sociales que atraviesan los países, y al mismo tiempo, la falta de dedicación para formar familias realmente solidarias, en las que se conviva con otros, y no en las que diferentes soledades y problemáticas se sienten a la mesa para no hablar.
En general, con esta cicla que nos trajo tres películas latinoamericanas, nos parece, ahora, que nos vimos en un espejo y nos dimos cuenta de lo que somos, como colombianos, como bogotanos, y también como suramericanos. No podemos negar que esa labor del cine de reflejarnos nuestras problemáticas para resolverlas es indispensable, como tampoco se puede evadir el hecho de que muchas de esas son casi iguales en Sao Paulo, en Bogotá, en La Paz, en Quito, etc. Como Cine Club El Mirón, esta experiencia de compartir estas tres películas a la comunidad  no sólo del barrio Cataluña sino de toda Suba, nos ha enriquecido mucho para seguir afirmando que el cine es un bien necesario, propio de la gente, porque se hace indispensable reconocernos para actuar. Hay entonces que apoyar todos los espacios de cine club en la localidad, en la ciudad y el país, y por supuesto, otros ambientes culturales, para primero empezar a convivir en serio, y segundo, para apropiarnos de lo que por derecho nos corresponde y por deber tenemos que hacer, participar.

Referencia de las películas:
MUTUM
Dirección: Sandra Kogut
País: Brasil
Año: 2007

LINHA DE PASSE
Dirección: Walter Salles, Daniela Thomas
País: Brasil
Año: 2008

ZONA SUR
Dirección: Juan Carlos Valdivia
País: Bolivia
Año: 2009




“Arrugas” en el Cine Club El Mirón
El pasado sábado 3 de Agosto de 2013 se presentó en la Biblioteca Comunitaria Rafael Pombo de la localidad de Suba, la última película del ciclo “La vida con otros sentidos” llamada “Arrugas” del director Ignacio Ferreras. Dicha película, presentada por el Cine Club El Mirón, se pudo llevar a la comunidad del Barrio Gloria Lara II con el apoyo de la Cinemateca Distrital de Bogotá y de la Embajada de España, quienes hasta hace pocos días le permitieron a la ciudad interactuar con La Muestra de Cine Español 2013.
La película “Arrugas”, tenía la intención de completar el ciclo antes mencionado, porque en su temática se podía vislumbrar un modo distinto de concebir el mundo y la vida –en la vejez- por parte de personajes que lastimosamente se van olvidando, y que en la actual sociedad en la que vivimos no se les valora como debiera ser: estamos hablando de los ancianos, o como en la película se dice, de los mayores. Habíamos presentado películas referentes al modo de vida tal y como lo llevan las personas con síndrome de Down, las personas sordas y las personas autistas, con el ánimo de enfocar nuestras discusiones después de las películas en cómo otras personas se comunican, piensan, aman, juegan y construyen su mundo, para dejar en el aire una reflexión sobre la diferencia, la diversidad y el respeto al otro. Con “Arrugas”, si bien se quería encontrar cómo nuestros abuelos o las personas mayores ven el mundo de hoy desde su envejecer y desde su experiencia, la reflexión central surgió de la pregunta por el valor que hoy en día se le da a la vejez. ¿Ser viejo es sinónimo de inutilidad o de enfermedad? ¿Ser viejo significa convertirse en una carga para otros, que lo único que quieren es deshacerse de ella?
En la discusión posterior a la película, aún embargados por un sentimiento mezclado con tristeza e impotencia, las personas asistentes al cine club pudimos entablar conversación acerca lo que lleva consigo ser viejo; y aunque los llamemos ancianos, mayores, “cuchos” o abuelos, llegamos a la conclusión de que deben ser valorados por el conocimiento que la experiencia de vivir épocas y momentos muy distintos a los de ahora les ha otorgado, y por lo importantes que son cuando nos brindan sus aprendizajes, sus historias, sus anécdotas, sus impresiones sobre la vida. Si olvidamos a nuestros abuelos, si los abandonamos a la suerte de los ancianatos y ni siquiera los visitamos, si no nos esforzamos por crear un puente entre generaciones, por el que fluyan saberes propios de la vida, podría ser que estuviéramos caminando sin pasado, sin memoria.
Esta fue la reflexión que generó la película en los asistentes, y pensamos que quienes la vimos (y quienes en ocasiones futuras la puedan ver), llegamos a pensar de una manera más profunda lo que significa envejecer, que no es sólo tener canas, caminar más despacio, necesitar de algunas pastillas, etc., sino que es entrar en una nueva etapa de la vida, en la que más que otras cosas se necesita comprensión, amor, soñar, diversión y compañía.



Las video-proyecciones son parte fundamental del trabajo en la Biblioteca Libertad. Nacen como un espacio de encuentro para las comunidades y van creciendo, para convertirse en alternativas de construcción de pensamiento critico y reflexivo para abordar las propias realidades. 


PRIMER CICLO 2013





3 comentarios:

  1. Cine y comunicaciòn. "no pretendemos que el cine deje de ser el medio de entretenimiento que ha sido hasta ahora para tantos pùblicos, pero si que empiece a considerarse como una via utilizable en funciòn de una toma de conciencia del mundo en el que vivimos, y no como un instrumento de enajenaciòn". Alicia Poloniato. Desea Libre.

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  3. muy chevere la película de Ponyo en el acantilado. Vacano que le cine venga a la casa de uno, para ver la pantalla bien grande y divertirse con las imágenes. Caho.

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